jueves, 21 de junio de 2007

El Gesto, Numero 3

"La gracia del gesto es la gracia de la poesia"

Carta al editor

Bueno, que comience el gesto 3!... En vivo y en Directo desdel Ciber(barra espaciadora)Espacio -despacio-... A través del desierto de la pantalla en blanco... para todo el mundo ocular... en esta casualidad de mostro de dos cabezas, la lucha de las dos intenciones unas. Así sí que soymos uno-solo. Estamos conmigo (con mi y cum) y hace mucho que no estabamos siendo (estando, semejando).

La pantalla en naranja no de luces de soledad -nunca yo solo eramos tantos- que para la tos.

Es la poesia que cura. Es la poesia que no mata (si no quiere).



y aunque los que vinimos elegimos, no

elegimos.

Es al editor que hay que asesinar, al muy perverso. Siempre esél quien nos demora a todos yosotros. (-"Tu tambien editor?" -pero obvio, que esperabas, que el brutus del editor no te traaicione brutalmente?). O quiza tenga que matar al otro.

Pero, ¿quien es el editor?



( Dejar para el final: . )



El editor eres tu.



Te dijemos "4000 800 90 y 2" veces que no tardes tanto (estas?), que se desespera se desarma, se hace olvi(1er nota musical). Pero sin emabrgo porque estamos estamos, ahora, al fin... moviendo el rabo de la no tinta, fusionando deformidades-in materia. Invadiendo.



Estamos (los tres dos) enfrentando una constante partida de ajedrez, el editor y la poesía (porq el poeta no juega al ajedrez, vomita y desaparece):

Demorador de jugadas:

-casilleros vírgenes empolvados de polvo sucio

--tortura de la jugada eterna



Y quien dice que no soymos de carne, Capricho de niño, y ahora?...

(what?) matémoslo!



Al editor, por supuesto( )

miércoles, 20 de junio de 2007

III – Anestesia de éxito

Las circunvoluciones representan sus ideas, las circunvoluciones son él, y la mosca nos chupa la ingenuidad de la tarde cuando rezamos por el tiempo perdido. El templo del fuego cambió en el instante que concluyó la obra. El extranjero usó su sombrero pero vio el cielo. La estructura se yuxtaponía al deseo del féretro inoportuno y las voces cambiaron sus nombres. Dedujimos que en la lotería saldríamos ganando, pero el penoso sueño voló como mariposa, mientras quemábamos esta porfía. El tipo cruzaba la calle, miraba la casa rosa, volaba mientras reía en los cuchillos y los gauchos. El segundo es muy corto pero la monogamia no lo secuestró. El pobre tipo, que se imaginó a puño de facón, no esperaba este sentimiento de tecno-anestesia que nos enseñan cada día, a toda hora, mientras se perdía con el minotauro. El Duce invadió tus sueños, aunque su literatura quedó intacta. Cambiaron las políticas de su mente y nombró, junto a otro, la locura en los ancestros. Ella nos educó para confiar en instituciones, adornando el submundo con lisérgicas bambalinas. Las remeras agitan los gritos y las pintorescas gruesas voces – mirémonos – releen los utópicos vientos que degustan la muerte. Circa 1800. no vivimos para esas cosas, creyendo lo que vemos, ignorando lo que las puertas de la percepción nos esconden, por eso fagocitamos lo que aprendimos del oráculo: “Abramos las puertas. Miremos el incesto de la peste antigua. Ya no hay algo que demuestre la gravedad de las siniestras palabras. Tomemos esos cubículos y fabriquemos la lucha que la destruye”.

La voz

Alguien calle a esta voz
su tono enunciativo y su eco blanco
irritan mi nuca,
-en el giro de cabeza desciende la montaña-
Un espejo que no refleja
la luz que despierta verdes en este atardecer:
(escucha una sola idea)
¿calmará la noche mi designio?
Ven,
trae el oro de tus senos
baña la desesperante ausencia del aura
ayuda al sólido a ser fuerte
calma el designio
¡sorpréndeme!

Vivo el desierto
-señor, es tan aburrido escucharlo
Existe una sola palabra en el lenguaje
y no hace más que utilizarla-
Si el aire que descubre algún poema
se sentara en mi África
(en un paréntesis alguna categoría)
mi felicidad produciría lácteos atardeceres.

Te convoco sonámbula
convierte los olores en tus olores
¡que son míos!
Lánzale el látigo y báñalo
déjame en este invento
ser mi verdad.

La escritura de la luz

Espero, espero, y defino.
cinco somos Nada somos.

Donde no hay sentido, no hay homicidio.

Apuro, apuro, y comprendo.
Quizas Nada venga mañana.

el suelo es fragil. sus bordes son
         ang       os     tos.
pero, si por lo menos se tratara de suelo!

un gallo se desmaya. (yo soy ya)
sueloazul.  yo azul.  cuchillo azul.
s a n g r e r o j a.

mis bleu cojones, mis tristes pescescitos azulitos, y una
concha de tu madre en azzurro.

mengitorio, amarillo, con mucho
          mucho
meo.                 con mucho ego.
         amarillo.